La defensa de la joven acusada de prender fuego su ex pareja aseguró que no hubo intención de matar y que sufría violencia de género
El abogado Esteban Bustos sostuvo que Yris Garay vivía constantes episodios de violencia y que, si bien nunca radicó la denuncia, “hay pruebas muy contundentes respaldadas por profesionales de la salud”.
El miércoles pasado Brandon Bustos de 23 años llegó al Hospital del Oeste de la ciudad de San Luis con el 55% de su cuerpo quemado. El hombre adujo que su pareja Yris Garay (22) lo había rociado con combustible y lo prendió fuego. Por la gravedad de las heridas, tuvo que ser derivado al Hospital Central Ramón Carrillo donde murió horas más tarde.
Ese mismo día Garay quedó detenida bajo la carátula de “homicidio con grado de tentativa”, pero el viernes se desarrolló la audiencia de formulación a cargos y el fiscal Esteban Roche le adjudicó haber cometido “homicidio doblemente calificado por el vínculo y ensañamiento". Las defensoras oficiales solicitaron la prórroga de ocho días.
La pareja tenía un hijo en común. Actualmente Garay se encuentra detenida en una comisaría de la ciudad y su madre le lleva a nene de un año tres veces al día para que pueda amamantarlo.
“Después de haberme constituido como abogado defensor, mantuvimos un diálogo exhaustivo y minucioso durante el cual me manifestó que jamás tuvo la intención de matar. Su deseo es ser escuchada por lo que presenté un escrito dirigido al fiscal y al juez (Ariel Parrillis) para que sea trasladada al Poder Judicial y pueda contar su verdad”, dijo el abogado Esteban Bustos en declaraciones a El Chorrillero.
El letrado explicó que el vínculo entre ellos no era bueno y que los celos eran uno de los principales motivos por lo que normalmente se iniciaban las discusiones.
“Todo se generó porque ella en las redes sociales le puso me gusta a una foto de una persona con quien Bustos la celaba. Él hizo una captura de pantalla, se la envió por WhatsApp y le escribió ‘si querés jugar, vamos a jugar’”, le manifestó.
En la misma línea, puntualizó que Garay vivía episodios de violencia constantemente y que en varias ocasiones las agresiones fueron extremas: “Tiene muchas lesiones, le falta un pedazo de diente y tiene marcas en la panza de los golpes que le proporcionaba. Hay pruebas muy contundentes respaldadas por profesionales de la salud que adjuntamos en el expediente”.
En este marco, relató que luego de la pelea que mantuvieron por mensajes, el joven se presentó en la casa de Iris y continuaron discutiendo. En el medio, el hombre le exigió que saque la nafta de la moto porque él la había pagado.
Bustos procedió a colocar el combustible en una botella y se retiró del domicilio. La disputa prosiguió en la vereda y las agresiones aumentaron: “Él le pegó una patada en el brazo y el recipiente que tenía con nafta en la mano voló para todos lados. Ambos quedaron mojados”.
Aseveró que el joven la amenazó con prenderle fuego: “Ella no fuma por ende no tenía por qué tener un encendedor en el bolsillo”.
Consideró que, si Garay hubiera actuado con dolo, es decir intencionalmente, tendría que haber utilizado algún elemento contundente como un cuchillo o martillo que tenía en su vivienda.
“Cuando él se prendió fuego, ella salió corriendo y cargó una olla con agua para ayudarlo”, indicó.
El tío de Yris presenció cuando Bustos estaba en llamas y se acercó con baldes de agua para apagar el fuego. Luego lo acompañó hasta el centro de salud.
“Ella vivía atemorizada. Jamás se animó a denunciarlo en la Policía, pero sí le comentó a su entorno de confianza. A pesar de ser víctima, nada justifica una muerte, queremos ser prudentes y expresar nuestras condolencias a la familia de Bustos”, señaló.
El domingo 29 de octubre al mediodía el juez Ariel Parrillis deberá resolver la petición de Roche, quien solicitó prisión preventiva por 120 días por considerar que existe el riesgo procesal de entorpecimiento de la investigación y peligro de fuga.